"La vida, y no sus fantasías, inspira la creación de sus canciones".
Así resume su proceso creativo Mark Lanegan, quien es considerado por muchos críticos como el Leonard Cohen del grunge y que presenta su nuevo álbum titulado Blues Funeral.
“La experiencia personal es la semilla de mis temas, nacen de algo que he vivido yo, o parten de escenas que he contemplado”, explica Lanegan en varias entrevistas que realiza para la prensa internacional.
Mark Lanegan, músico
Blues Funeral es el primer disco que graba en solitario desde 2004, pues desde entonces ha estado más ocupado en compartir proyectos con artistas de distintos géneros musicales, que van desde la finura lírica de Isobel Campbell hasta grupos reconocidos por su sonido alternativo como Queens of the Stone Age y Soulsavers.
“Me sorprende ver cómo he podido estar tanto tiempo sin componer y grabar mis propias canciones. Me gusta trabajar con toda esa gente, pero con mis canciones tengo total libertad”, explica el autor de Blues Funeral.
En 1985 fundó la banda Screaming Trees (proyecto de rock underground) donde se encargaba de tocar la batería, pero no fue hasta que Nirvana hizo explotar el fenómeno grunge que empezaron a tener mayor atención de los productores y del streaming.
Aunque su propuesta era bastante buena y propositiva debido a la falta de difusión y sus problemas que llevaron problemas más como agrupación se separaron, pero aquí una de sus canciones con su banda Screaming Trees
En el momento en que todo parecía mejorar para la agrupación que había vivido en las sombras durante más de una década, Lanegan –como muchos roqueros de ese momento, sucumbió ante los placeres de la heroína.
Tardó más de seis años en dejar los pinchazos por completo, pero más se demoró en escribir una canción sobre esa experiencia. Una de sus nuevas canciones llamada Harborview Hospital, describe los meses de tortuosa rehabilitación con una melancolía cercana al blues.
He aquí esta canción que lo levantó y recuperó:
En ese tenor se mantiene todo el disco, algo cambiante respecto a sus trabajos anteriores. Lanegan sostiene que a pesar de que los años le han hecho ver que ya no es el mismo joven que se perdía libremente en la heroína, ahora es una persona que puede explicar mejor sus ideas musicales. “Cuando era joven caminaba sin dirección alguna. La música me ayudó a centrarme. Gracias a ella he viajado por el mundo, he conocido a gente fantástica y llevo una vida que jamás hubiera podido soñar”.
